jueves, 6 de agosto de 2009

Corriente Vital II




Corriente
Vital
II

Dedico este libro a todos los justos.
Es decir, a muy pocas personas.

Instante
Un viento acaricia el lomo del mar
la serena espuma apenas llega
la piel dormida de la playa a tocar
y en una quieta caracola pega.
La arena se despereza y brega
por despegar las alas y tibia volar;
trasnochada gaviota la vé y se pliega
a ese lento y perezoso despertar.
El sol pareciera no querer asomar;
una pálida bruma la playa riega
entre los colores que parecen jugar.
Tanta calma es dudosa y no niega
el anunciado día pronto a estallar.
La vida y su germen han de retornar.

Poema 6
Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo
y las hojas caían en el agua de tu alma.
Eras como remanso suave en la mañana.
En tu ingenua picardía perdía yo la calma.
Entonces despertabas tormentas de palabras
y en jardines de ensueño incendiabas mi alma.
Sólo tengo ahora silencio de distancias,
de cambios de estaciones en las hojas calladas,
de flores ya marchitas como viejos anhelos,
un camino sembrado de voces apagadas.
Como extinto horizonte detrás de la marea
dejando atrás jardines, crepúsculos y calma,
marchaste hacia quien sabe que olvidadas fronteras
y quedó apenas tu recuerdo como brasa en mi alma.
(cursiva Pablo Neruda)

Defensa de la locura
Haz algo que te saque de la cotideaneidad
que sorprenda al mundo en su loco divagar.,
que la estrella vuelva a brillar en tu lugar
alumbrando el camino de tu continuidad.
Haz algo sorprendente, para así llegar
a despertar en el mundo la probabilidad
de poder acercarse a su propia deidad
de sacudir el yugo de esta vida vulgar.
Haz algo... ilógico, mágico, lindo, genial
y toda tu sangre como nueva encontrarás,
y todo tu mundo un dulce milagro será.
Haz algo, pues sabrás que en esta vida venial
ningún momento más puro y cierto hallarás
que aquel instante loco y que no volverá.

Herencia gitana
Lazaro Rompientes sabe
que en su destino final
sólo un epílogo cabe
a su largo vuelo final.
Tantas lunas lo han llevado
por tan loco deambular
que su alma se ha llenado
de un vacío singular!
Pálidas lunas hirientes,
negras nubes de alquitrán
en la vida de Rompientes
como a Lázaro dirán:
Levántate y anda!
y él, sonámbulo, andará.

* * *
¿A dónde van las palabras que no derramamos?
¿En qué estuario del alma quedan encalladas?
¿Quien las recogerá si al viento las lanzamos?
Es mejor, aunque duela, soltarles las amarras,
para juntar cielos que inventen esperanzas,
para abonar la fé cuando no nos alcanza.
Perdiendo batallas es como las ganamos
sembrando estandartes en derrotas cotidianas
acercando mañanas donde nos encontramos.
La palabra es un océano de lágrimas y risas.

Poesía
Alacrán que estremece los cimientos
trastocando la sangre, sobrehumana.
Demonio exorcisando los tormentos
o ángel ilusorio que nos llama.
Torrente puro, vendaval de alientos
eres, fina poesía, invariable diana
que trasciende, azul pétalo de viento
o muere solo gris en la mañana.
Corazón de nube, niveo sentimiento
derramado al mundo cual simple liana
vibrante son, puro roble sediento
que a las más claras miradas hermana.
Ardida caricia, sublime portento
insondable del alma cotidiana.

Respuesta
a Hector Yánover
Pierdo cada día batallas de papel
buscando el azar de naufragar
en mis ciudades interiores.
Gastando inutilmente palabras
tratando de descubrirme,
tratando de saber que es esta sed,
este loco insaciable que llevo adentro,
esta fiebre feroz entre los huesos.
Y cada día incendio sílabas
en silencio,
cada día me sumerjo en el espejo
y doy vuelta a mis miedos.

Solo estar
Este estar descalzo de palabras
esta ausencia torpe de motivos
esta absurda continuidad de espejos ciegos
que corroe los espacios de la duda
que transita territorios como islas
como espasmos de brillo
como informales reflejos de lo absurdo
esta pobre celebridad de horas marchitas
sacudidas por los ecos de lo muerto...
Este solo estar como no estando
como solo estar y no ser vivo.

* * *
Entonces era el tiempo
un muda caravana
que transcurría en otro cielo,
como un goteo sordo
del que no teníamos noticias
ni queríamos saberlo.
Sucedía en un espacio
que aún desconocíamos,
todo un submundo ajeno,
lejano a nuestros cuerpos,
que no podía tocarnos,
ni marcarnos,
ni dolernos.
Después
nos fue alcanzando
en silencio.

* * *
Descender a la atmósfera de tu forma indeleble
sortilegio de vívidos haces de luz
como insalvable bruma,
manto utópico pora un mar victorioso
infinito, acogedor, inesperado,
abrazo presentido en un cielo azul
de labios encendidos, dóciles, mágicos,
etereas espadas vivas de tu forma,
abrasante haz de cielo melancólico,
victorioso mar de intensas rutinas,
mágica forma de radiantes transparencias.
Sólo dime en silencio lo extenso de tu cielo
sólo empuña en la bruma esta espada de luz
sólo alza del mar inabarcable
esta traslúcida atmósfera de abrazos
para así fundirnos en el vientre de las horas
para sumergirnos en los fragmentos de ocasos
para retratarnos en el lecho de los sueños
ojo a ojo, labio a labio
para así fundarnos.

* * *
A veces las palabras nacen solas
y buscan denodadamente su forma
construyen su propio espacio y lo transforman
remontan su pasado y se desmoldan,
se sublevan, se expanden, se rebelan,
se extienden, se amotinan, se despliegan,
se levantan, se estiran, se alzan,
se desdoblan, se conjuran, se divulgan,
se conspiran, se ensanchan, se revolucionan,
se agitan, se sedicionan, se subvierten,
se dispersan, se difunden, se siembran,
y de pronto, de un golpe
se vuelven pequeñas,
se disminuyen, se reducen, se menguan,
se aminoran, se merman, se decaen,
se limitan, se circunscriben, se abrevian,
se restringen, se localizan, se acotan,
se deslindan, se obstaculizan, se demarcan,
se condicionan, se traban, se prohiben,
se definen, se ciñen, se formalizan,
se concentran, se condensan y se esfuman
y nos dejan
inmóviles y callados.

Laberinto de ausencia
Tengo un aire ausente en el costado izquierdo
un sabor olvidado y remedo de tiempo
que está detenido a flor de pensamiento
y a veces recupero y enseguida pierdo.
Tengo un aire ausente, un viento de silencio
que me arranca de cuajo el sentimiento
me distancia la piel y es sufrimiento
apagando los días que sólo presencio.
Tengo un aire ausente en el costado izquierdo
una lluvia de sombras que presiento
extendiéndose feroz cual manto lerdo.
Pretendo desgarrarlo y solo me miento
trato de ignorarlo y solo me sentencio
busco salidas vanas y no escarmiento.

* * *
Se quedó con la mirada colgada en la memoria
lejos, detrás de la agria lejanía de otoños con tristeza
lejos, detrás del salobre recuerdo de viejas palabras
que lo hacian sonreir sin nubes.
Se le mezclan los ojos con los pensamientos
en una juguarreta cruel y sin sentido
lejos, detrás de la agria lejanía
que fue guardando un adios
frente a todas las puertas.
Se estremece en febriles temblores escondidos
tras la calma gatuna, sospechosa, solapada,
que agiganta sus horas sin estrépitos,
que desvanece polícromos sonidos
lejos, detrás de la agria lejanía.
Se descubre con los sueños gastados
la mirada perdida en la memoria
una ausencia de palabras tras las nubes
una puerta cerrada a los encuentros
una sed de temblores descubiertos
un vacío de sonidos ya sin sueños.
Ya cansado de llevarse puesto.

* * *
Quizá la tarea del que ama a los hombres
consista en lograr que estos se rían
de la verdad, lograr QUE LA VERDAD RÍA
(Umberto Eco)
No dormía; vagaba en ese limbo
en que cambian de forma los objetos
misteriosos espacios que separan
la vigilia del sueño.
No dormía; sumido en ese inmenso
paraje infinito de silencios
luchaba con verdades que abatían
la sombra de sus sueños.
No dormía; luchaba con verdades
y la verad reía.
(cursiva: Gustavo Adolfo Bequer)

* * *
De tanto estarme aquí parado
ya no siento las palabras cuando pasan.
De tanto estarme aquí
despierto al viento
ya no siento ni el aliento de las cosas
ya no espero sino la madrugada
que estornuda sin fin otra jornada.
De tanto estar, de tanto estarme
contemplando los ojos de la nada
descubro abismos bajo las frazadas
invento laberintos para escapar de la mirada
que taladra las oscuridades del alma.
Y navego los zócalos del cielo
y me desvivo por los pliegues de la tarde
y ya no hay ni una sola palabra que arde
y me sacudo, me estremezco y vuelo
palpo mis vacíos, me estallan los silencios
y muero.

Canto por Miguel Hernández
Gracias por tu sed, poeta;
gracias por tu sangre y por tu aliento
que cantando pone la emoción al viento
y al corazón, veleta.
Gracias por tu sed, poeta;
que abrevando en las fuentes del destino
pone luz y sombra al camino
y hace tu voz profeta.
Gracias por tu sangre, juglar,
claro torrente que desgarra el manto
y brota en la sed, el grito, el canto
como único cantar.
Gracias por tu sangre, juglar,
que con su soplo, con su verso nombra,
todo lo que el mundo oculta en sombra
y necesario es nombrar.

* * *
Me parezco a aquel viejo cenicero
gastado, ceniciento, mustio,
apenas depositario del desecho impío,
cómplice inerte del cigarrillo austero
que alumbrara aquel poema primero.
Me parezco a aquel viejo cenicero
tan apagado y gris que apenas puedo
ser un vulgar remedo, tan quedo
como las cenizas que en vuelo pasajero
extravían su fulgor ya sin esmero.
Y soy apenas como el viejo cenicero
oscuro rincón, pálido destello
ya olvidado de todo lo bello
y voy naufragando aunque no quiero
y me voy apagando... y espero.

Militancia
La realidad se esfuma por las calles sombrías
trepa por las ventanas de los edificios
se desdibuja en las sábanas gastadas por el hastío
y explota en las oficinas.
El sueño se precipita en la noche florecida
inventa melodías con las bocinas de los autos
se alza en vuelo sobre las luces de las marquesinas
y proclama el azar de un nuevo día.
La realidad persiste en decretar su agonía.
El sueño descansa acunado
entre las manos de quien sueña.

Designio
No es posible ser poeta de palabras.
Es menester serlo de gestos,
de silencios.
¿Qué agregar del Azul?
¿Con qué artilugio demorar La Sombra?
¿Qué vocal no ha germinado en el río?
¿Cúal será el verbo que destierre al dolor?
No es posible ser poeta de palabras.
Es menester serlo.
Aunque se pueda morir en el intento.

Del ser y estar
La poesía está en el mundo
para mantener despierto el corazón.
La poesía está en el mundo
como único estandarte de ilusión.
La poesía está en el mundo
como instrumento de perdón.
La poesía está en el mundo
como único, infalible paredón.
La poesía está en el mundo
para ahuyentar la sinrazón.
La poesía está en el mundo
para incendiarle la emoción.
El poeta está en el mundo
para intentar su propia
improbable redención.

Oración urbana
Ciudad de baldíos corazones
no me abandones
no me abandones.
Ciudad con dientes de alquitrán
dame tu pan
dame tu pan.
Dame tu sal, ciudad
dame tu sal.
Ya no quiero sangrar más
no quiero sangrar.
Quiero ser la luz de tus balcones
ciudad, dame más.
Quiero respirar el aire
de todos tus pulmones
ciudad, quiero más
quiero más.
Ciudad de baldíos corazones
no me abandones
no me abandones
no me abandones.

Pasajero de la noche
Bebió su soledad en una copa
sin recordar de que color
era su boca,
y salió a caminar por sus nostalgias
buscando el vacío de una manera loca.
La calle ofrece su espectáculo
al que todos asisten mansamente:
en los bares se prepara el banquete;
en los cines se ilumina el melodrama;
un actor muere en un teatro de cuarta;
en un oscuro pub solloza su alegría
una orquesta de jazz;
una pálida corista muestra
su verguenza en un prostíbulo más.
En todas las esquinas un nuevo disfráz.
Siente que nada de eso alcanza
para apagar su vaciedad,
que es sólo un acto pasajero
por el que transita una noche más.

* * *
Esculpir en la sombra
golpear hasta arrancarle
el último destello
de sí misma
para que deje de ser sombra
para que deje de sernos
y quedarnos solos
ya sin sombra
ya sin reflejo
... y volver a emprendernos.

Ruleta rusa
Para aquellos que callan lo trascendente
inventando triviales excusas
Para aquellos que gastan sus sueños
corriendo detrás de ilusiones prefabricadas
Para aquellos que ocultan sus sentimientos
bajo el manto de los miedos
Para aquellos que se inventan falsas
actitudes comprometidas
que no pueden sostener ante la menor duda
Para aquellos que ni por equivocación
ni siquiera por una azarosa coincidencia
escucharon realmente los dictados de la creación
Para aquellos que nunca jamás
se atrevieron a saltar la valla:
NUNCA... NADA... LLEGA... DESPUES.
"Vivir solo cuesta vida".
La banca gana.
Siempre.

Purificación
Fuera, la lluvia persiste en su lenguaje
agobiando con su repique incesante
cada segundo de este claro instante
intentando tenaz, volcar su mensaje.
Palabra pura, corazón palpitante
redentora incansable del equipaje
que cargamos los mortales cual bagaje
azaroso, fugaz, crudo, crepitante.
Dentro, el alma se debate, vacilante
oscilando entre la duda del ultraje
al que somete la vida, lacerante
de todo sentido, de todo aprendizaje.
Insiste, lluvia mansa, sigue adelante!
Con tus manos santas, límpianos el traje!

* * *
Eras la tarde del vacío y calma
buscando conquistar un territorio
que diera cauce a tus ausencias
y llenara de luz el frío de tu alma.
Pero fuistes a dar con el hielo de mi alma
que sólo libertad quiere y reclama
por múltiples vacíos que corroen sus ansias
y no dejan al corazón hallar la calma.
Uno de los dos deberá cambiar de táctica.
Así tal vez encuentres el calor de la calma
así, tal vez, quien sabe
puedas renacer en mi alma.

In(satisfacción)
Cada mañana una nueva renuncia
creciendo impredecible desde adentro
buscando la salida.
Cada minuto que pasa aumenta la náusea
y ella sigue allí, creciendo adentro
como una larva.
Como una larva que corroe las entrañas
por esa antigua farsa de amor
que ya no existe.
Solo despierta animales
alejados de lo humano
engañando soledades.
Cualquier intento de justificación
es vano.

* * *
El delicado hilo sucumbe
a merced de la llama;
cualquier similitud
es solo desgana.
La ciudad se desconcierta víctima de la tormenta.
Alguien sube apresurado
al ´ltimo taxi,
otro intenta vanamente
comunicarse.
Se oyen ruidos de sirenas
y la calle ya sin nadie.
Por estos días se hace clara
la precaria indefensión,
y a pesar de todo
esta intenta ser una canción.

* * *
Figúrate que olvidas todo
lo que supuestamente has aprendido.
Figúrate que debes
construir tu propio mundo
que a pesar de todo
debes emprender el camino.
Ay, miserable criatura
que poca utilidad tendrán tus mapas
para encontrar el rumbo!

La industria del chisme
La rueda no para, no para , no para,
la palabra se aclara,
se esfuma, se aclara,
las bocas morbosas
escupen su baba
y una lágrima asomada
se agranda, se agranda.
La rueda no para, no para, no para
no te pongas delante
porque no va a quedar nada
cuando las bocas morbosas
escupan su baba
y una gota de sangre
forme una marejada.
La rueda no para, no para, no para,
la palabra sufre ciega
en las lenguas viscosas
cuando bocas morbosas
escupen su baba
y la canción del alma
se convierte en charada.

* * *
Es necesaria la palabra a veces
la palabra/red donde caer
desde nosotros mismos
desde la oscuridad de nuestros actos
la desangrada sombra de lo cotidiano
que nubla nuestro cielo de estar
los pobres pensamientos
la inocente sonrisa
la clara/clara manera de buscarnos
desde el confín del silencio.
Es necesaria la palabra a veces.
Encontrar quien la pronuncie.

* * *
Caer/caer/caer
buscando la palabra
la palabra/puerto
la palabra/fundación
fundida/fundante
furibunda
que resuene/en los ecos
en los huecos
en los flecos
en que quedamos
convertidos
víctimas de su furia.

* * *
Y sin embargo
sumidos/sometidos
aceptar las reglas
jugar los juegos permitidos
sembrar el pan/manchar los días
repetir la misma/triste letanía
fundar progresos/degollar alegrías
con el pólen de los sueños
escalar las partidas
que siembran de cenizas
el tronco de la vida
guardar con siete llaves
el revés de la baraja
la miel del asombro
cambiarla por la caja
Y sin embargo...

* * *
Alguna vez amé un sueño parecido al mañana
pero se quedó dormido en el ayer que era.
Alguna vez quise escalar la ventana de la espera
pero me quedé tendido en el arribo de la puerta.
Alguna vez tu sombra pareció dejar la sombra
pero se desvaneció en la luz aniquiladora.
Alguna vez los pájaros alcanzarán sus alas
y podrán desplegar un vuelo que acelere las ansias.
Alguna vez amé un sueño parecido al mañana.

* * *
Amanecer me resulta extraño todavía
pero es parte de este diabólico destino
donde siempre estamos
disfrazando espectativas fatalistas.
De repente todo está en un gesto,
en una boca, en un cuerpo
apenas desconocido todavía.
Será necesario entonces suspender la incredulidad
apagar los silencios
para volver a encenderlos
a tiempo
para poder recorrerlo.
Pero todo es un juego
con geométricas reglas.
Nunca se agota la inocencia.

Instrucciones para leer un poema cualquiera
Tomar las palabras en todo su sentido
buscando no sólo su sonido
sino la secreta acción que las alienta.
No esperar que suenen bellas por ser ellas
sino por ser reflejo de la vida que esconden.
Emocionarse, si cabe
o indignarse hasta el delirio
cuando nos hablen lo absurdo del mundo.
Por último, vivirlas.
A este requisito final se debe
la creciente escasez de verdaderos lectores.

* * *
Calles de la desolación
oscuro hilo de nombres olvidados
en la intemperie del ayer
en los suburbios del beso
en los descampados abismos
del amor.
Calles sin márgenes
sin destino
reptando insomnes
por laberintos infinitos
donde se pierde un adiós.

* * *
Gota a gota
como enumerándolas
voy palpando mis cicatrices
limpiándoles la sal
con el reverso de los ecos
que atraviesan los relojes
de las catedrales muertas.
En la penumbra de las calles
no existen hombres ni mujeres
sólo almas oscurecidas
por el esfuerzo salvaje
destinado a procurar
la permanencia de los sueños.
Pero el hombre sueña
tempestades definitorias
allí donde la mujer sueña
mareas inacabables.
El hombre sueña victorias
que nunca alcanza a celebrar
allí donde la mujer sueña
no caer jamás en la derrota.
El hombre es un sueño
que nunca termina de soñar
la mujer nunca despierta
de un sueño que no terminará jamás.
El hombre es un error de cálculo.
La mujer, una inspiración.

Un libro como un arpa
Con sus torpes dedos
lo tomó en sus manos
olisqueó sus bordes
intentó morderlo
lo giró despacio
sacudiendo el polvo
y lo acercó al oído.
No escuchaba nada,
no tenía sonido
sus mil pliegues distintos
no tenían sentido.
Comenzó a pasarlos
con sus torpes dedos
con sus dedos tibios
su mirar inquieto
cargado de brillo.
Observó sus signos
oscuros y finos:
le eran familiares
aunque desconocidos.
Apoyó sus dedos
oscuros y finos
sobre la superficie
áspera y sin sonido
y un llamado antiguo
le llegó de los siglos.
Una dulce lágrima
rodó por el rostro
del hombre primitivo.

* * *
Ay, alma, no te seas transparente
no descubras todos tus velos
no dejes toda tu luz
desparramada entre las sombras
no te van a dejar, alma,
no te van a escuchar
no pueden permitir
tus manifestaciones
tu contínuo desborde
que les sacude los temores
que pone en peligro sus dudas.
No te seas, alma, no te entregues
desnuda entre las piedras.

* * *
Comprenderán ustedes, señores,
es dificil sonreir en el gris
de las calles llovidas
donde murieron cada día pájaros
escapados de la memoria fugitiva
donde se vaciaron los bolsillos del sol
pero no de ese ardiente que calcina
sino del tibio sol que penetra
como hálito de vida
que acaricia los rincones de los sueños
y alimenta con su fuego la semilla
que brota brota brota
en la tarde recíen amanecida.
Comprenderán ustedes
es necesario preguntarse
en estas oscuras circunstancias
dónde habremos de abrevar
para volver a alimentar el fuego
para repoblar la camisa
para entibiar de nuevo las sábanas
que nos cobijan.
Comprenderán, señores:
la realidad
esa palabra sumergida.

* * *
En cada dolor se enferma el horizonte
en cada despedida se nos va
extraviando un pedazo de vida
en cada camino sin retorno
se nos duerme una caricia
nos extraña el silencio
en cada gesto de los días
en cada amor que nos ignoran
se nos muere el niño o niña
que jugaba en los parques
inocentes de la risa
allende las heridas.

* * *
Cubrir con palabras cada agujero
por donde se nos filtra el sueño
sembrar con los huesos fríos
cada intemperie donde nos perdemos
regar con sangre cada vacío
donde interrogar la existencia
sudar los besos que se nos quedaron
dormidos en el recuerdo
apagar los sexos que se nos olvidaron
hasta quedar desnudos de pájaros.

* * *
Sombras nada más
Preparó la cena, se sirvió en silencio
colocó otro plato, alimentó su sombra
después
salió a caminar por sus desvelos.
Mientras tanto
en miles de departamentos/casa/piezas
millares de sombras
cenaban con sus dueños
que luego salían
a deambular por sus desvelos/solos.
Después
las sombras se juntan
para salir a pasear/juntas
para ir al cine/juntas
para amarse/juntas
para tomar un café
juntas
Las personas no.

* * *
Es tan simple
dejarse llevar
por las grietas
de esa vieja pared
atravesándola
traspasando
la ausencia
al otro lado.

* * *
Mujer de siempre y nunca en la mirada
mujer de alas calladas
mujer donde la tarde
recuperó su infancia
dormida entre palabras
mujer con pies de aire
que son de agua
y acarician las costas de mi
mis profundidades
que se alzan en vuelo clave
por tus aires, por tus aguas.
Mujer de ayer y de hoy que estabas
grabada en los párpados de mis ansias
como ancla que aguardara
sumergido en pétalos de tus ansias.
Mujer de claroscuros que me atrapas
en la última canción olvidada
entre sabanas del alma
mujer que naces en la distancia
desde donde mis labios te socaban
y en la distancia me amparas
con la voz apagada.
Mujer, tengo en las manos
una lágrima gastada
que espera secar tus lágrimas.
Mujer, tengo en el pecho
un corazón doliente
que busca nido en tus playas.
Mujer, tengo en el alma
una llamarada ardiente
que anhela incendiar tu calma.
Mujer de siempre y hoy
mujer que nunca acabas.

* * *
La memoria del océano
detenida
escrutando tus estuarios
con la mirada extendida
entre las manos.
La desterrada sílaba
del ocaso
despertando una plegaria
suspendida en el abrazo
que acalla las miradas.
Y hay un puerto
de sangres olvidadas
que nunca supo del naufragio
y hay los pájaros del sueño
estremeciendo el alba
y hay las esquinas del hoy
calzando silencios
entrelazados con el viento.
Hay momentos
capaces de traducir
el nombre del capitán
del barco.

* * *
Apenas un despojo de las horas
un ínfima partícula de viento
de fuego extinguido en las demoras
de insaciable sed ardiendo en el aliento.
Cauce apenas ciego en las auroras
ebrio de luz en el estío lento
voy, no voy, no vengo tras las pastoras
que con su hambrienta voz me dan sustento.
Así voy callado y me detengo
aterido de azul por las estrellas
que pueblan el cristal de mi ventana
tras una lluvia gris que se ufana
por todas las ausencias que no tengo
por la sangre derramada en mis querellas.

* * *
Ganas de jugar a la rayuela
entre tus ojos
acaso entre tus pechos
que llueven horizontes
recorriendo tu piel
como un cielo limpísimo
donde la piedrita
vuela siempre segura
sin despertar abismos
que nublen la ternura.
Pero si está en el cielo
entonces ya no hay juego
o acaso no es lo mismo
es despertar del sueño
y verme aquí sentado
contemplando tu silla
y la piedra caída.

* * *
Respirar,respirar, no sólo el aire!
el aliento perdido en las esquinas
el tanto vivir para encontrar la vida
la vida soplando en las miradas
respirar el aliento de la tarde.
La gran sucesión de los instantes
que traen la fragancia de tu talle
la inacabable bocanada de tiempo
que sube a nosotros desde el aire
respirar por los pies y por la calle.
Con esa realidad primera que no sabe
más que darse a la vida desde el soplo
infinito que nos alza y nos expande
elevándonos al sol, elementales.
Respirar, respirar, no sólo el aire!

* * *
Inclusive los martes más cenicientos
aquellos que bordean las espinas
y destiñen de mañana su mala saliva
descargando lentamente sus horas ya marchitas
para despeinar al sol -aire de vida-
haciendo que la calle se pueble de mentira
que suenen falaces los pregones del día
que un sabor ocre llene las oficinas
que las veredas no sientan lo que las transita
y los bares no sepan donde esconder la risa
y se les escape sorteando las ventanas,
mareando las veredas, pintando las oficinas,
dándole a los pregones su savia de palabras,
desnudando la calle de toda su ceniza.

Variaciones
Todas las lluvias que caen
sobre mis huesos
sobre mis manos huecas
sobre mis pies desnudos de distancias
sobre los párpados yertos de las hojas
sobre la oscura telaraña de las horas.
Todas las lluvias que caen
son un concierto
único e irrepetible
que solo yo conozco.
Mis huesos están rígidos de vientos
mis manos huecas de cercanías
mis pies desnudos de distancias se pueblan
de heridas peligrosas como abismos
de desconciertos varios
de certezas perennes
de sólidas cicatrices como un mapa
testigo de los años.
Todas las lluvias se parecen
a la rigidez del viento
al hueco por donde se escapan las cercanías
a la distancia desnuda y abismal
de las heridas
a los varios desconciertos que las pueblan
a la perennidad de las certezas
a la solidez testigo de las cicatrices.
Todas las lluvias futuras parecerán
variaciones de un concierto
nuevo e irrepetible.

* * *
Quiero sentarme en la vereda de mí mismo
vale decir, al borde
vale decir, de afuera
tomar para mi esa vocación
de márgen que tienen las veredas
que sólo están de paso
que ven la vida entera
pasar por sobre ellas.

* * *
Nacer palabra adentro
desde el espejo de la mirada
desde el cuenco vacío de la sangre
gastada en las distancias
la sangra inútil, innecesaria
programada por otros
pagada por otros
entregada inutilmente
por caminos siniestros
que no alimentan
ni laten
ni saben a nada.

Cortázar in memorian
De chicos la lamamos la vedera
y a ella le gustó que la quisiéramos
en su alma a cuadritos despertamos
tanta quimera...
De chicos la llamamos la vedera
y ella nos guiaba con su estela
por suburbios del alma que inventaban
tantas rayuelas...

Rastreador de signos
Hoy
vestido de hambres
que parecen siglos
salgo a caminar
por mis instintos
siguiendo huellas
que
solo
yo
distingo.